MANOS UNIDAS DECLARÓ LA GUERRA AL HAMBRE

Casi 30.000 proyectos de desarrollo han sido apoyados y financiados en 60 países de África, Asia, Oceanía y América del Sur en sus 57 años de existencia
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Presidente-Delegado de Manos Unidas Zaragoza
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El motor fundamental de la misión de Manos Unidas es que las todas la personas vivan, y vivan dignamente. Desde nuestra misión como Asociación de la Iglesia en España para la promoción y el desarrollo de los países más pobres del mundo, nos hemos propuesto incidir en esta tarea: ACABAR CON EL HAMBRE; un empeño que nos impulsa y anima desde nuestra fundación porque, como decía el Manifiesto de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) de 1955, creemos firmemente que es posible.

En aquel Manifiesto se decía: “Sabemos, y queremos que se sepa, que existen soluciones de vida, y que si la conciencia mundial reacciona, dentro de algunas generaciones las fronteras del hambre habrán desaparecido….”. Continuaba: “Un solo obstáculo en la lucha contra el hambre sería insuperable: creer en la victoria imposible. Ahora bien, todas unidas y en conexión con todos aquellos que se consagran a la misma tarea, podemos mucho más de lo que creemos. No se necesita más que acometer la empresa.” Y concluía el Manifiesto diciendo: “Declaramos la guerra al Hambre”.

Respondiendo a este Manifiesto, y a la llamada de la Comunidad Internacional a unir esfuerzos para acabar con la lacra del hambre en el mundo, las Mujeres de Acción Católica realizaron su primera Campaña contra el Hambre en 1960, iniciándose así, una larga trayectoria de casi 60 años que nos lleva hasta nuestros días, pero eso sí, continuando con un fin claro: la lucha contra el hambre.

Luchar contra el hambre es luchar contra la deficiente nutrición, la inseguridad alimentaria, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la deficiente educación, producidos entre otras, por las siguientes causas: la injusticia, la falta de solidaridad en el reparto de los bienes y las oportunidades entre las personas y los pueblos, la ignorancia, los prejuicios, la insolidaridad, la indiferencia y la crisis de valores.

Para alcanzar nuestro fin y luchar contra el hambre, inspirados en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, Manos Unidas mantiene dos líneas de trabajo:

  • Sensibilización: dando a conocer y denunciando la existencia del hambre y del subdesarrollo, sus causas y sus posibles remedios.
  • Apoyo y financiación de programas, planes y proyectos de desarrollo integrales, concretados en cinco tipos: proyectos agrícolas, educativos, sanitarios, de promoción social y de promoción de la mujer.

 

Y con estas líneas de trabajo, con nuestro claro fin de erradicar el hambre del mundo y con la ayuda de muchas personas, instituciones y empresas…… esta Asociación de la Iglesia Católica en España, de voluntarios, sin ánimo de lucro y de carácter benéfico, ha conseguido llegar y mejorar las condiciones de vida de muchas miles de personas en los países en desarrollo de África, Asia, Oceanía y América del Sur, gracias a casi 30.000 proyectos financiados con la ayuda de todos.

Durante estos 57 años de existencia de Manos Unidas hemos visto cambiar muchas realidades, y las cifras de personas que padecen la pobreza, el hambre y la injustica han ido disminuyendo poco a poco; pero todavía queda mucho trabajo por hacer y Manos Unidas siempre estará tendiendo su mano y acompañando en su camino a las personas más pobres y necesitadas del mundo.