Mujeres en el campus

Voy a recordar siempre el 8 de abril 

Periodista. Dra. Honoris Causa Universidad San Jorge
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Voy a recordar siempre el 8 de abril de 2025, en que, gracias la generosidad de la Universidad San Jorge perteneciente al Grupo San Valero, entré a formar parte de su claustro de doctores

Recuerdo perfectamente mi admisión en la facultad de Ciencias de la Información, el 3 de julio de 1976: ese día Juan Carlos I designó a Adolfo Suárez como presidente del Gobierno. Pertenezco a una generación privilegiada, que ha vivido la transformación de España en un país democrático, en constante progreso hacia valores como la igualdad. 

Ese día, inicié el camino que me llevó a Heraldo de Aragón y a Henneo, mi alma mater profesional, donde he aprendido y practicado todo lo que sé del oficio, en Independencia, 29, primero y, después, en 20minutos. Y voy a recordar siempre el 8 de abril de 2025, en que, gracias la generosidad de la Universidad San Jorge, entré a formar parte de su claustro de doctores. En el 20 aniversario de una universidad que celebra dos décadas de servicio a Aragón y a la sociedad, en compañía de la doctora Elena García Armada, creadora del exoesqueleto pediátrico infantil, de los dos eminentes honoris causa que nos precedieron, Guillermo Fatás y Luis Oro, y de otra honoris causa muy querida, Irene Vallejo.

La foto de ese acto solemne y emocionante es alentadora. La rectora de la Universidad San Jorge, Silvia Carrascal, nos impuso los atributos del doctorado, en presencia de la rectora electa de la Universidad de Zaragoza, Rosa Bolea, primera mujer en esa responsabilidad en siglos de historia. A las doctoras nos amadrinaron dos mujeres, Cristina Zurutuza, decana de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la USJ, y la vicerrectora Violeta Monasterio. Dos rectoras, dos madrinas, dos doctoras, ante la directora general de Universidades y de la presidenta de Heraldo, Paloma de Yarza. Una foto impensable hace cincuenta años. La Universidad, el periodismo, la ciencia, la democracia, aliados. Que vivan, crezcan y florezcan.

Artículo publicado en Heraldo de Aragón